El mundo entero es un gran teatro, y los hombres y mujeres, comediantes que representan muchos papeles a lo largo de su vida. William Shakespeare

El teatro te ofrece un permiso muy especial: el permiso de experimentar tus diferentes personajes, facetas y emociones libremente. En el teatro, por su propio contexto, se sobreentiende que estás representando un papel.

Gracias a esto tienes la oportunidad de expresar emociones que normalmente escondes, de experimentar aquello de lo que a veces huyes. Amparándote por el juego mágico del teatro en el que a priori parece que “no soy yo, sino mi personaje el que lo está haciendo», acabas descubriendo que en realidad, siempre eres tú el que experimentas.

Gracias al teatro consciente, tienes el permiso de tomar conciencia y dar voz a tus personajes interiores ocultos, de liberar e integrar emociones pendientes, de poner “en escena” conflictos no resueltos; todo ello para posibilitar el despertar de potenciales, hasta ahora quizás desconocidos.

La persona más evolucionada es aquella que puede ir poniéndose en el lugar de un mayor número de personas. Ken Wilber.

El teatro, cuando se hace conscientemente, es terapéutico, pues te permite experimentar libremente cualquier aspecto de ti. En el teatro, con la excusa del personaje que representas, en el fondo estás mostrando honestamente tu propia realidad interna, aquello que en verdad hay en ti en cada instante.

Uno de los primeros procesos terapéuticos del teatro sucede cuando, en primer lugar, has de despojarte de tu propia máscara personal, en la cual todo está aparentemente controlado y es seguro, para comenzar a permitir que lo que es más auténtico, espontáneo y genuino en ti, aparezca.

¡Qué liberador es poder ser uno mismo!, darte permiso para sentir desde la seguridad que el teatro te ofrece. Liberando emociones, expresando miedos y conflictos, integrando viejas heridas que al ser sentidas y abrazadas compasivamente en el contexto escénico, estás sanando.

Aquel cuya mente es un espejo del mundo, llega a ser, en cierto sentido, tan grande como el mundo. Experimentará una profunda alegría al emanciparse de los miedos que agobian al esclavo de las circunstancias, y seguirá siendo feliz en el fondo a pesar de todas las vicisitudes de su vida exterior. B. Russell

Al igual que sucede con la vida, la esencia del teatro es que la escena se desarrolla inevitablemente en un único tiempo: el momento presente. Cuando en el teatro terapéutico expresas auténticamente lo que hay en ti, puedes añadir a tu experiencia un ingrediente muy especial que hace que este teatro, también sea transpersonal: El ingrediente de la atención consciente, de lo que está ocurriendo cuando está ocurriendo, en cada instante de tu vida.

La actuación, vivida desde la consciencia, constituye una experiencia de quietud interna aunque grandes emociones se expresen, de escucha profunda a ti mismo y al otro, de observación desapegada y compasiva que te permite relativizar todo aquello que estás experimentando.

El teatro, cuando es hecho consciente, puede ofrecerte la experiencia de descubrir que tú no eras ese personaje del que tuviste que despojarte para poder vestirte de otros personajes. O que al ponerte en la piel de muchos personajes, pareciera que en el fondo, tú también eres todos ellos.

Y quizás, que al mismo tiempo que eres todos, no eres ninguno, sino el silencio consciente y vacuo que se percibe tras toda máscara que actúas. El acto teatral si lo juegas con entrega, humildad y corazón puede convertirse en un acto de liberación y purificación.

En el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=sNGpsVnbXi4  podrás ver un vídeo compuesto por imágenes y fragmentos de vídeos de un taller de Teatro Terapéutico Transpersonal celebrado en Perú.

Este taller está dirigido a toda persona que:

–  quiera experimentar libremente diferentes facetas y emociones de sí misma con el fin de liberarlas e integrarlas, posibilitando así el despertar de potenciales ocultos.

– desee trabajar su inseguridad, timidez o el susto a exponerse.

– necesite aprender a sostener la incomodidad, abrazando las partes suyas que suele juzgar y se resiste a experimentar.

– le gustaría desinhibirse a través del contacto genuino con su propia voz y cuerpo.

– quiera encontrar lo auténtico, espontáneo y genuino de sí misma.

También a quien quiera cultivar la atención plena como vía hacia la quietud y la observación que le permite relativizar la propia experiencia aliviando el dolor y disminuyendo el sufrimiento.

Y, por supuesto, a quien quiera investigar en su propio proceso personal o profesional de cualquier orden  -terapeutas, consultores, educadores, profesionales de la sanidad , psicólogos, empresarios, líderes en organizaciones , actores , estudiantes- en técnicas y procesos que ayuden a otros en su propio autodescubrimiento y reconocimiento esencial de sí mismos generando confianza , autoestima , y capacidad para comunicar con claridad sus necesidades y anhelos.

Para solicitar la reserva de tu plaza puedes hacerlo en la casilla donde indica «Reserva tu plaza» o escribiéndonos un email a info@el-proceso.com. Una vez la solicites te contestaremos indicándote si hay disponibilidad y las opciones que te ofrecemos para realizar el pago.

En el espacio de El proceso disponemos de cojines de meditación, bancos de meditación y también sillas para su uso en los momentos del taller que Antonio lo indique. También disponemos de esterillas para el apoyo de los cojines y bancos, pero en las circunstancias actuales te agradecemos que traigas tu propia esterilla.

Te recomendamos que vengas con ropa cómoda, que traigas agua y algo de abrigo para momentos de recogimiento.

Unos días antes del comienzo del taller te haremos llegar información más detallada con indicaciones de uso de la sala y algunas recomendaciones más.