Iraya Noble

Danza del Vientre Fusión

Mi recorrido con la danza ha sido muy diverso y ha seguido muchos caminos a lo largo de mi
carrera.


Mi primer estilo fue la danza clásica que empecé a practicar a temprana edad. Después de
muchos años sin bailar, retomé el baile con la danza contemporánea y el contact-improvisación
de los cuales me enamoré porque entendí las infinitas posibilidades del cuerpo.


A pesar de que la vida parece haber intentado desviarme de mi camino artístico por varios
motivos, tiendo a volver a mi esencia y la mía -sin lugar a dudas- es el movimiento.


Mi trayectoria con la danza contemporánea comienza en Granada con Patricia Cabrero y
Esmeralda Linares, para más tarde seguir mi aprendizaje por libre a través de diversos talleres y
laboratorios de danza tanto en España como en el Reino Unido.


En cuanto a la danza árabe, comencé también en Granada en varias escuelas, atendí clases y
talleres con Fayna Baeza (Tenerife) y más tarde continué en Edimburgo con la bailarina
Constancia Litsa. He cursado dos formaciones profesionales en JWWAD (Escuela Josephine
Wise de Danza Árabe)
en Londres y atendido talleres con Beatrice Grognard en Bruselas y
Egipto, y con Suraya Hilal en Londres. Éstas últimas han sido claves en mi trayectoria con la
danza árabe ya que me han ayudado a entender su espiritualidad y me han desviado de las
vertientes más comerciales.


Mi interés incansable por el movimiento y la curiosidad por explorarlo en todas sus formas me ha
llevado también a practicar otras disciplinas como la danza clásica india Bharatanatyam y Kathak,
danza africana (actualmente estoy cursando una formación profesional de danza guineana con
Seny Bangoura), el Yoga (hice una formación de Hatha Yoga en Mumbai, India) y Fighting
Monkey (una práctica que mezcla diferentes disciplinas para mejorar la movilización y la
coordinación).


En 2008 decidí sentar raíces en Escocia. Allí viví durante 12 años, durante los cuales trabajé
como profesora de danza y participé y/o dirigí diferentes proyectos artísticos.


A pesar del crecimiento tanto personal como profesional que me ha proporcionado vivir y trabajar
en el extranjero, en 2020 decidí que era el momento de regresar a mi tierra, y poder así sentar
raíces para compartir y ofrecer mi experiencia y conocimientos en el lugar donde crecí